El presidente brasileño denunció una campaña global de negacionismo ambiental impulsada por sectores políticos y económicos, a pocos meses de que Belém sea sede de la COP30.
Durante una conferencia en Brasilia, Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que “fuerzas extremistas con intereses económicos poderosos están mintiendo deliberadamente sobre la crisis climática”, en un intento por frenar las políticas ambientales y debilitar los compromisos globales. El mandatario llamó a los países amazónicos a cerrar filas frente a lo que calificó como una “ofensiva coordinada contra la verdad científica y el planeta”.

Brasil se prepara para recibir la COP30
La ciudad de Belém, capital del estado de Pará, será sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en noviembre de 2025. El Gobierno brasileño trabaja en la adecuación de infraestructura, movilidad y seguridad para acoger a más de 50.000 delegados de todo el mundo.
Lula insistió en que el evento debe convertirse en “la COP de la Amazonía” y no en una cumbre más de discursos. “Queremos mostrarle al mundo que es posible proteger el bosque y garantizar desarrollo con justicia social”, —afirmó el presidente, destacando que Brasil redujo la deforestación en un 22 % entre 2023 y 2024, según datos oficiales.

La batalla contra la desinformación climática
El mandatario criticó a sectores políticos y mediáticos que, según dijo, buscan desacreditar la evidencia científica sobre el cambio climático para proteger intereses petroleros y mineros. “La mentira se ha convertido en un instrumento de poder. Lo vemos en redes, en discursos y en los parlamentos”, —denunció Lula, aludiendo a grupos ultraconservadores que cuestionan las políticas ambientales.
Expertos en comunicación ambiental señalan que la desinformación climática se ha convertido en un obstáculo real para la acción global, alimentando la apatía y la polarización. Organismos internacionales han advertido que los ataques coordinados contra la ciencia ambiental aumentaron un 35 % en el último año.
Brasil buscará liderar una agenda regional común en la COP30, centrada en la protección de los pueblos indígenas, la financiación verde y la transición energética justa. “No podemos permitir que los negacionistas definan el futuro de nuestros hijos”, —concluyó Lula ante líderes ambientales y académicos.

















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