El presidente Gustavo Petro decretó el Estado de Conmoción Interior en Colombia el 20 de enero de 2025, motivado por una escalada de violencia en el Catatumbo que ha generado una grave crisis humanitaria.

El Estado de Conmoción Interior: Una herramienta excepcional
El Estado de Conmoción Interior es una medida constitucional excepcional contemplada en el artículo 213 de la Constitución Política de 1991. Permite al presidente, con el respaldo del Consejo de Ministros, expedir decretos con fuerza de ley para enfrentar perturbaciones graves del orden público que no puedan ser controladas con las herramientas ordinarias de las autoridades. Aunque la medida permite restringir ciertos derechos, no puede suspender los derechos humanos fundamentales y está sujeta a la supervisión de la Corte Constitucional.
La duración inicial de esta medida es de 90 días, prorrogables por otros 90 con autorización del Congreso. Desde su creación en 1991, se ha utilizado en situaciones críticas como la lucha contra el narcotráfico, los atentados terroristas y los conflictos armados

Razones detrás de la declaratoria
El anuncio de Gustavo Petro responde a la crisis de violencia que afecta al Catatumbo, una región estratégica ubicada en el departamento de Norte de Santander, fronteriza con Venezuela. Desde finales de 2024, el área ha sido escenario de enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC, que compiten por el control territorial y las rentas ilegales.
Según informes oficiales, los enfrentamientos han dejado más de 100 muertos, miles de desplazados y un panorama desolador en términos humanitarios. La región se encuentra atrapada entre los intereses de los grupos armados y las comunidades campesinas e indígenas, quienes han quedado expuestas a la violencia.
El Catatumbo es una zona estratégica para las rentas ilícitas y el narcotráfico debido a su cercanía con Venezuela. La débil presencia del Estado en la región y los conflictos históricos han perpetuado un escenario de abandono y violencia.

Impacto internacional y el papel de la frontera con Venezuela
El gobierno venezolano, liderado por Nicolás Maduro, se comprometió a apoyar los esfuerzos de Colombia para estabilizar el Catatumbo, pero las acciones concretas han sido limitadas. En paralelo, la comunidad internacional ha instado al gobierno colombiano a garantizar los derechos humanos durante la aplicación de la medida excepcional.

Declaratorias previas de Conmoción Interior
Desde la promulgación de la Constitución de 1991, Colombia ha recurrido en varias ocasiones a esta figura:
· 2008: El presidente Álvaro Uribe Vélez declaró Estado de Conmoción para enfrentar la crisis generada por los atentados de las FARC.
· 2002: El presidente Andrés Pastrana la implementó en respuesta a la intensificación de acciones guerrilleras y paramilitares que desestabilizaban diversas regiones del país.
· 1997: Ernesto Samper nuevamente declaró la conmoción interior para combatir el incremento de acciones violentas por parte de grupos armados ilegales.
· 1995: Bajo el mandato de Ernesto Samper, se activó debido a una ola de atentados terroristas que afectaron la seguridad nacional.
· 1992: En el mandato del presidente César Gaviria, la declaró para enfrentar disturbios y amenazas contra el orden público.

Las consecuencias de esta medida
Con la declaratoria, el Gobierno podrá adoptar medidas extraordinarias como restricciones a la movilidad, censura de medios de comunicación, aumento del pie de fuerza y reasignación de recursos para atender la emergencia. Sin embargo, estas acciones deben ser proporcionales y estar bajo revisión constante de la Corte Constitucional y del Congreso.
El presidente Petro afirmó que la prioridad es garantizar la seguridad de las comunidades afectadas, fortalecer la presencia del Estado en la región y mitigar los efectos humanitarios de la crisis. «No descansaremos hasta recuperar la paz y la estabilidad en las zonas más afectadas por el conflicto», señaló.

El conflicto en el Catatumbo: causas y contexto
El Catatumbo ha sido históricamente una región disputada por su riqueza en cultivos ilícitos y su posición estratégica. La falta de inversión estatal, combinada con la presencia de grupos armados y el abandono de acuerdos de paz, han exacerbado la crisis. A esto se suma la creciente influencia del narcotráfico y la lucha por el control de recursos naturales.
El Estado de Conmoción Interior declarado por el gobierno de Gustavo Petro pone en evidencia la complejidad del conflicto en Colombia, donde los asuntos internos se entrelazan con factores internacionales. Aunque esta medida busca restaurar el orden, el éxito dependerá de un equilibrio entre la intervención militar y las soluciones estructurales para atacar las causas profundas de la violencia.














