Un acto simbólico entre grupos ilegales refleja el deterioro del orden público en esta región fronteriza.
La región del Catatumbo enfrenta una nueva ola de tensión tras un acto protagonizado por miembros de las disidencias de las Farc, quienes, según reportes en redes sociales, derribaron una estructura instalada por el ELN y quemaron varias banderas de ese grupo en el corregimiento de Versalles, municipio de Tibú. El hecho generó preocupación entre los habitantes, al ser percibido como parte de la disputa por el control territorial que se libra en la zona desde hace varios meses.
Este acto ocurrió en medio de un panorama marcado por enfrentamientos previos entre las disidencias y el ELN, quienes disputan la presencia en distintas áreas del Catatumbo, una región estratégica en el nororiente colombiano. En videos difundidos por redes sociales se observa a hombres con prendas camufladas, presuntamente de las disidencias, realizando la quema de los emblemas del ELN. Dicho gesto ha sido interpretado como una respuesta a las acciones recientes del ELN, que había intentado expulsar a las disidencias de zonas rurales de la región.
Preocupación de la comunidad
Los habitantes de Versalles manifestaron su preocupación ante un posible aumento de los enfrentamientos. En días anteriores, se registraron combates en la vía que conecta esta localidad con El Tarra, lo que ocasionó el desplazamiento de varias familias. Además, se ha informado que las disidencias estarían retomando presencia en áreas de las que habían sido expulsadas, lo que incrementa la incertidumbre en las comunidades vecinas.
Impacto humanitario
La situación de orden público en el Catatumbo ha tenido un fuerte impacto sobre la población civil. Según datos recientes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), más de 91.000 personas han resultado afectadas por los enfrentamientos entre grupos armados ilegales en esta región. La entidad ha advertido sobre los desplazamientos masivos y el aumento de la vulnerabilidad de las comunidades.
Desafíos persistentes
Pese a los esfuerzos del Gobierno nacional y las Fuerzas Militares por estabilizar la región, la presencia de actores armados continúa generando afectaciones. La disputa territorial entre las disidencias de las Farc y el ELN sigue siendo uno de los principales obstáculos para la recuperación de la tranquilidad y el bienestar de la población en el Catatumbo.













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